Por más de que la realicemos con confianza, conducir es una acción compleja que nos exige mucho más de lo que parece, ya que involucra al conductor psicológica y físicamente. Por ello, el logro de un desempeño correcto no solo depende de las habilidades adquiridas por el conductor para dominar su vehículo en todo momento, y del adecuado estado físico para poder percibir el recorrido, sino que también depende de la experiencia, de la conciencia de los riesgos en el tránsito, y de la madurez y equilibrio emocionales, que harán posible el desarrollo de actitudes y comportamientos seguros. De este modo, podremos conducir seguros ya que sentarse bien evita riesgos.

Por más que nuestro vehículo sea muy cómodo, si nos sentamos al volante de forma incorrecta no será una conducción segura. La posición de conducción es clave para la seguridad, no sólo porque estaremos cómodos, sino que llegaremos correctamente a todos los mandos y podremos reaccionar ante cualquier imprevisto.

En principio, antes de iniciar la marcha debes ajustar la distancia del asiento, la altura, la inclinación del respaldo, el reposacabezas y el volante. Una vez conseguida la distancia óptima del asiento, debes ajustar la altura, detalle fundamental para evitar que las piernas queden demasiado cerca del volante, lo que puede interferir en el manejo. También se recomienda conducir con el asiento lo más bajo posible, ya que la estabilidad es mayor y el conductor se ve menos afectado por los movimientos de la carrocería, siempre dándole prioridad a una buena visibilidad.

La inclinación del respaldo no debe estar demasiado recostada. La postura ideal permite que la espalda quede bien apoyada en el respaldo y con el brazo extendido, la muñeca llegue a apoyar sobre la parte superior del volante. De esta manera los brazos irán ligeramente flexionados para conducir con comodidad y poder maniobrar con garantías.

Sentarse bien evita riesgos, y para conducir seguros debemos también ajustar el volante. Todos los coches llevan ajuste en altura del volante, pero no todos incluyen el ajuste en profundidad, algo muy recomendado para conseguir una posición de conducción óptima. Ten en cuenta que las rodillas no rocen con el volante, y que te permita una buena visualización del cuadro de instrumentos y de la carretera. Las manos deben colocarse en posición ‘diez y diez’ (como si el volante fuese un reloj). Las manos siempre deben de ir sobre el volante, excepto para realizar una maniobra.

El reposacabezas tiene la función de reducir las lesiones de cuello en caso de accidente. Para colocarlo correctamente debe coincidir la parte superior del reposacabezas con la altura de los ojos. A esto debe acompañar la correcta colocación del cinturón de seguridad.

Los espejos retrovisores , tanto los exteriores como el del interior deben colocarse de manera que consigas el mayor campo de visión sin necesidad de mover la cabeza, evitando los ángulos muertos. Sabrás que están bien regulados cuando un vehículo se adelante y lo veas primero por el espejo interior y al desaparecer, aparezca en el retrovisor exterior.

En fin, sentarte correctamente al volante es fundamental tanto para la seguridad de tus movimientos como para no castigar tu físico más de la cuenta.

Algunos tips extra para una conducción segura:

  • Llevar los bolsillos vacíos.
  • Tu espalda debe estar totalmente en contacto con el respaldo del asiento.
  • Comprobar la distancia a la que nos quedan los pedales y mover el asiento hasta que nuestra rodilla quede casi extendida cuando los pisamos a fondo.
  • Los codos deben formar un ángulo para sentarnos correctamente al volante, y los hombros no deben perder contacto con el respaldo.
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