Los seguros de vida están pensados para proveer y proteger a las familias ante situaciones indeseables, pero que pueden suceder. Nadie quiere pensar en un concepto tan terrible como la muerte; sin embargo, es importante atar cabos y cubrir todas las posibilidades que se puedan plantear.
Un seguro de vida no solo cubre a tu familia ante un posible fallecimiento, sino que, dependiendo de las cláusulas contratadas, también puede servir para proteger al asegurado y su familia ante una situación de invalidez total e, incluso, puede ofrecer una compensación económica en el caso de sufrir una enfermedad grave.
Los seguros de vida suelen plantear, a grandes rasgos, dos problemas principales. Por un lado, el precio de la póliza, y por otro, los trámites y los requisitos necesarios para contratarlos; es muy poco habitual encontrar seguros de vida sin cuestionarios de salud.
En el caso del precio, son muchos los asegurados que se preguntan si de verdad compensa contratar un seguro de vida, si no es mejor ahorrar ese dinero de cara al futuro. Para responder a esa duda, es importante conocer la siguiente información:
- La indemnización de los seguros de vida está libre de embargos, es decir, los beneficiarios de la póliza recibirán el dinero íntegro, aunque rechacen las posibles deudas que pesasen sobre la herencia.
- Según el caso, pueden deducirse en la declaración de la renta.
- Las indemnizaciones estarán sujetas al impuesto de sucesiones en el caso de fallecimiento y al IRPF en el caso de Invalidez.
Como es lógico, cuanto mayor sea la cobertura del seguro, mayores serán las indemnizaciones y mayor será el coste del seguro. Por eso, es importante conseguir la mejor relación cobertura-precio, para obtener todas las ventajas del seguro de vida al menor precio posible.
El sector de los seguros ha evolucionado mucho en los últimos años. Este tipo de gestiones llevan un tiempo adaptándose a las necesidades y las demandas de los consumidores para ofrecer mejores servicios y productos. Es por eso que el sector estudia y analiza la manera en la que las nuevas tecnologías pueden ayudar a seguir desarrollando el mundo de los seguros.
Por todo ello, parece más que conveniente disponer de un seguro de vida y antes de anularlo buscar en el mercado las nuevas formas de hacer seguros, con precios más ajustados, digitales y con vocación social.